Rodrigo Vargas es un artista plástico que viene trabajando en diferentes proyectos sobre la idea del paisaje, entendido como paisaje interior y exterior. Haciendo uso de la geometría y los colores inspirados en el mundo del cartelismo, nos invita a reflexionar sobre el tema del paisaje como una construcción con dos vertientes: la física y la mental. La arquitectura, el urbanismo y la historia son elementos que articulan sus obras en las que con mayor o menor profusión literaria nos plantea esta dualidad conceptual. ¿Es el paisaje una construcción física o mental? ¿Existen dos paisajes iguales?

Si bien en algunos montajes como “Felicitasa 500 mg” aborda el tema desde una clara alusión al viaje interior, “Cre-Ando Paisaje” supone partir del viaje físico que forma parte de la experiencia vital del artista para acabar construyendo una cartografía mental de las emociones vividas durante ese trayecto.

En su último proyecto, denominado “Swimming Pripyat”, analiza a partir de la arquitectura y el urbanismo abandonado de esta ciudad ucraniana las enormes contradicciones y fracasos de las ideologías totalitarias que tuvieron su auge en el Siglo XX. El fracaso absoluto del ser humano por construir una sociedad perfecta, devenido en una realidad insostenible en el tiempo. Una reflexión sobre el pasado siglo que pretende arrojar luz sobre lo que sucede en este caótico comienzo del siglo XXI.